Resulta que ocupaba endodoncia en uno de mis dientitos. Como a la mayoría, jamas me ha gustado ir a la dentista y mucho menos el ruido de la fresadora, así que endodoncia solo podía significar dolor.
Imagino a los dentistas como personas sumamente sádicas que no se conforman con provocar dolor sino que además les gusta fotografíar sus crueles experimentos.
Afortunadamente el endodoncista de hoy no parecía disfrutar de mi dolor (de hecho no hubo dolor) y si lo disfrutaba, al menos lo disimuló...
lunes, 26 de mayo de 2008
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